Aceitando...

Gracias Rita por enseñarme a hacer lindos mosaicos!!!

La empresa donde trabaja mi marido organiza cada año un “Family day”. Un día en el que se reunen todos los empleados y sus familias para disfrutar del ocio y la buena vida.

Mucha comida, deportes, cabalgatas, entretenimientos para los niños, gente que los cuida, servicio de masajes… todo un relax!!!

Un “gesto” de la empresa para aceitar la maquinaria.

Aquellas pequeñas cosas

El Nano Serrat

Esta mañana me encontré con esto y casi muero de amorrrrrrrrrrr!!
Si hubiera visto este video en mis años de hormonas galopantes, sin duda hubiera cruzado el océano solo para verlo!!!
Opssssssss, se me cayó la bombacha ;)

Pájaros

Alguien me anda regalando pájaros.

Bellos, fugaces.

Llegan en vuelo certero a casa.

Tocan mi corazón y despegan buscando otros cielos.

El campo



Cada tanto, y mientras el trabajo y el clima lo permiten, nos vamos unos días al campo de Alfredo y Ana (el papá de Jorge y su mujer).

Son 600 hectáreas de puro horizonte, lleno árboles, vacas, ovejas, caballos, plantaciones varias y mucho trabajo para hacer.

Para los “seres urbanos” que allí llegamos, no nos queda otra que el relax. Ir adentrándonos en los diferentes verdes, mirar el cielo abierto, andar a caballo, leer frente al fuego de los leños y sentir al viento coqueteándole a los árboles.

La previa es una corrida estresante y la vuelta es acelerar de 0 a 100 en segundos, pero volvemos distintos, como que una ventolera nos hubiera sacudido el alma


Maitena 2

La genialidad de Maitena.
Para ponerse de pie.
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Lo que queda

Maga posando para la foto -una artista nata-

Lalu haciéndose el payaso en casa de la abuela Evy
Mis viejos me amaron tanto como yo amo a mis hijos.
Mis hermosos hijos amarán a sus propios hijos.
Varias generaciones y el mismo amor -transformado y transformándose-.
Una cadena de amores que nos sobreviva a todos.

Volver

En la foto, soy la niña –la única- que está sentadita a la derecha.
Me siguen Isra, Martín, Dani y Akus, amigos de aventuras.
(Foto posteada a pedido de mi amigo Diego).
Si pudiera volver un ratito a algún lado, volvería a mi infancia.
Atrapar lo feliz que fui con mi cara sucia y mis zapatos rotos.
La voz ronca de mi mamá
(siempre tengo miedo de olvidar cómo sonaba).
Mi papá, su radio, su cámara fotográfica…
Un rato nomás, como para no sentir esta orfandad desoladora.