Pequeños actos

No sé cómo se maneja en otros lugares de este mundo,
pero aquí en Buenos Aires, se maneja muy mal.

Yo creo que la gente maneja como es:
“Dime cómo manejas y te diré quién eres”.
Así, atolondrados, inseguros, egoístas, distraídos, irresponsables, intempestivos, solidarios, negligentes, inexpertos, presumidos, etc., etc., dan rienda suelta a sus virtudes y miserias sobre las ruedas.

Me indigna mucho como en la ciudad de Baires, se pasa por arriba toda la legislación respecto del tránsito con una impunidad absoluta. Se ven cantidades de autos con las patentes adulteradas; el no uso del cinturón de seguridad; autos mal estacionados; velocidades mínimas y máximas desoídas; maniobras prohibidas; no señalizar con luces las maniobras; peatones que cruzan mal o que esperan en la calle para cruzar; conductores que “preparan” sus autos para correr y organizan carreras –a veces a costa de algún muerto-, etc, etc.

Todo el circuito falla. Los jueces no sancionan; el policía mira la infracción y no multa; los peatones son tan irrespetuosos como los conductores y se da la licencia de conducir con una facilidad que me sorprende.
Incluso hay, cierta cómoda “ceguera” en quienes se quejan de las acciones de los demás y no pueden ver las propias. El tipo que se queja de lo mal que está el tránsito en Buenos Aires y él mismo va con el cinturón de seguridad no abrochado, pero cruzado sobre el cuerpo simulándolo ante el control policial (y podría poner miles de ejemplos).

Es un tema que particularmente me exaspera, me “pone de la nuca” –como diríamos acá- y sinceramente no veo forma de arreglarlo, más que a través de un cambio profundo y radical que abarque todo el círculo del que hablaba antes (leyes, policía, conductores y peatones).

Por lo pronto, hago mi parte –aunque no me sea cómodo ni sencillo-.
Sigo creyendo fervientemente en el poder enorme e imperceptible de los pequeños actos.

Pau


María Paula Dufour (Pau), es –además de amiga- una ilustre ilustradora.
A través de sus géneros, lanas, botones, hilitos, retazos, hebras y pelusitas
crea un mundo asombroso para mis ojos.
Un mundo que descubro maravillada.
Lo que genera, es como ella: pura ternura, puro talento!.
Y la ilustre ilustradora, puso letra e imágenes a un trocito de mi historia
y me lo regaló
–porque además es generosa-.

Acariciaste mi corazón Pau!
Gracias!!

El libro se llama “Corazón tic-tac”/ Signo Editorial para Círculo de lectores

Ya vuelvo!

Estoy colgada, sí!.

Hace semanas que no posteo. Hace semanas que los tengo abandonados

-a los viejos amigos y a los que recién se asoman a mi casa-

(los espío de vez en cuando,

aunque no tenga tiempo de dejarles comentarios)

Estoy bien, creciendo –en plena metamorfosis- … sólo que casi sin tiempo.

Los extraño …. a veces me siento un poco perdida sin sus palabras!

De todas maneras, sigo conectada a ustedes.

No podría ser de otra forma!