Día Nacional de la Memoria,
por la Verdad y la Justicia.
En recuerdo y homenaje a todas las víctimas
del terrorismo de Estado
Yo soy lo que me deja mi neurosis.
Yo leo menos de lo que quisiera.
Yo llevo puesto siempre en mi mano izquierda mi anillo de casada junto a un anillo que era de mi mamá.
Yo tengo menos paciencia que hace unos años. Siempre me he jactado de mi generosa paciencia, pero reconozco que cada vez es más tacaña.
Yo vivo contracturada. A medida que pasan los años, la presión y el stress diario fueron encontrando en mi espalda y mi cuello, un lugar cómodo donde ubicarse. Viviría a mio-relajantes!
Yo escucho todo el tiempo. Pero además de que mi trabajo implica escencialmente escuchar entre líneas, tengo un oído particularmente sensible y por ejemplo, me despierta cualquier ruidito.
Yo huelo el durazno y se me hace agua la boca.
Yo bebo poco. Poca agua y casi nada de alcohol (alguna cervecita de vez en cuando)
Yo creo en el poder de los pequeños gestos.
Yo como mucha ensalada. A todo lo que como lo acompaño de una ensaladita … me encantan!!
Yo hago poco ejercicio físico. Sé que es un mal hábito no mover un poco el cuerpo, pero hago lo mínimo indispensable y sin placer alguno.
Yo me acuesto con lo mínimo. Cuando no tenía hijos dormía desnuda, pero ahora me pongo una remerita.
Yo me rio poco. Me sonrío mucho, pero pocas veces me sorprendo riéndome a carcajadas. Extraño eso de mi.
Yo no entiendo las matemáticas … tampoco me interesan.
Yo miro y admiro las manifestaciones artísticas de gente con talento.
Me gusta manejar. Ir de acá para allá con el auto, a pesar de lo denso que se pone el tránsito a veces.
Me gustaria que el “resto del mundo” me afecte menos.
Yo escribo mucho en la computadora. Hace años tenía una caligrafía maravillosa que fui perdiendo por falta de uso. Se fue oxidando.
Yo espero mejorar.
Yo se que la palabra es liberadora.