Argentinidad

Ilustración de Viviana Bilotti


En qué se parecen un habitante de Tilcara –en el corazón de Jujuy- y un habitante de la cosmopolita ciudad de Buenos Aires?.
Dice el mapa que comparten territorio argentino, sin embargo son tan ajenos uno del otro!!.

El 25 de mayo se conmemoró el primer gobierno patrio y en Buenos Aires se agitaron banderas argentinas por donde uno iba.
En los autos, en los balcones, en las escarapelas.
Tanta “argentinidad” me pone los pelos de punta.
En la cotidianidad, en la vida diaria, los argentinos somos la incongruencia caminando.

Los que agitan orgullosos la bandera en fechas patrias, enarbolando la “argentinidad”, son los mismos que defenestran, burlan o discriminan a otro argentino.
Son los mismos que no respetan el semáforo, ni el cruce de peatones.
Los que tiran una latita de gaseosa por la ventanilla.
Los que con “viveza criolla” sacan ventaja sobre otros.
Los que reciben o pagan coimas,
los que estacionan en cualquier lugar sin importarle en lo más mínimo el otro, etc, etc, etc.

No creo en las fronteras, ni en las banderas.
No tengo nada de patriota ni de nacionalista.
Creo en la gente con sus virtudes y sus miserias –viva donde viva-.


Madeleine Maccann (a pedido de Angie)


Ella -Madeleine Mccann- desapareció, en Portugal, en la localidad de Algarve.
Es hija de una pareja de ingleses, que estaban de vacaciones. La raptaron mientras dormía.
Si tienen informacion que podria ayudarnos a encontrarla: 00 44 18 83 73 13 36 y 0800 555 111.

Genes culinarios

La dominancia la aporta el padre.
Mis genes, en este caso, han resultado ser los recesivos.

( la cocina no es lo mío, señores!)


(Una bruta gripe me tuvo inmovilizada por una semana,
ya me pondré al día con todos!)

Madres

30 de Abril 1977. Buenos Aires. Argentina.
La dictadura militar (1976-1982) golpeaba el país hacía un año.
Los primeros hijos (nietos, sobrinos, amigos, conocidos, padres, madres) empezaban a faltar y la angustia de las madres a dejar su huella.

Un grupo de 14 madres movidas por la desesperación (hacía meses que cada una por su lado peregrinaba por oficinas de gobierno, cuarteles, comisarías y pasillos judiciales pidiendo información sobre sus hijos desaparecidos), se instalan en la Plaza de Mayo (frente a la casa de gobierno) a buscar respuestas.
Como regía el estado de sitio que prohibía reuniones de más de 3 personas en lugares públicos, la policía trata de obligarlas a esparcirse. Para no obedecer, se ponen a dar vueltas a la plaza.
Más tarde, y para identificarse entre ellas, se cubren las cabezas con los pañales de tela de sus hijos, en señal de su ausencia.

El tiempo hizo que los pañales se conviertieran en pañuelos blancos –sello indiscutible-, los hijos en “desaparecidos”, y las “locas” en
MADRES DE PLAZA DE MAYO”.

La “ronda de las madres” se repite cada jueves a las 15.30 hs. desde hace exactamente 30 años
(alrededor de la pirámide de Mayo, ubicada en el centro de la plaza).

Mientras la mayoría de los argentinos preferían mirar para otro lado, ellas se ocuparon –con enorme valentía- de dar a conocer al mundo las atrocidades cometidas por la dictadura.
Siendo cada vez más visibles, cada vez más molestas, el poder intentó destrozarlas de muchas maneras, pero se mantuvieron firmes.

Hoy son el más bello símbolo de la lucha pacífica contra la impunidad de una dictadura militar cuyo saldo supera los 30.000 desaparecidos.