Pequeñas cosas que me enferman (mal)

Hoy llevé a Lalu al jardín y después me fuí a caminar con Maga en el cochecito. La mañana primaveral hizo que el ejercicio sea un poco más ameno (no nos engañemos, tenía más ganas de quedarme panza arriba -como el lindo gatito- que de caminar, pero bué!.
Durante la caminata, hubo cosas que me enfermaron (como siempre que camino por ahí):
1. Los automovilistas que no ponen el guiño para doblar, no vaya a ser que se hernien (no es que crean en los poderes adivinatorios de uno, sino que no les interesa un pito el que está esperando para cruzar!)
2. Los automovilistas que estacionan el auto justo enfrente de las bajadas de cordón para los peatones (me dan unas ganitas de rayarles el auto al pasar!)
3. Las veredas todas rotas y además llenas de cagadas de perro. Parece más una carrera de obstáculos que un paseo! ('ta que la parió!)
4. La gente que estaciona sus autitos en la vereda, así el auto queda protegido y a los peatones que los parta un rayo!
5. La gente que tira papeles, papelitos, latas y loquivenga en la vereda. El bolsillo del caballero y la cartera de la dama están para otras cosas!
Continuará ....