Emociones fuertes

Para vos, Patus!

Anoche, un vendaval. Noche de emociones fuertes.

Encontré esta nota de M. del Mazo en Clarín y me pareció una descripción perfecta de lo que anoche sucedió en el “Gran Rex”.

Lo que a mi me pasó, es algo que queda entre él y yo ;o)

"Las canciones de Joan Manuel Serrat son indestructibles. Pasan los años, añejan, exhiben una nobleza extraordinaria. Así, con una austeridad instrumental exagerada —apenas el piano de Ricard Miralles y la mínima guitarra del catalán—, las canciones fueron las protagonistas del primer concierto de la gira de Serrat por la Argentina. Tanta economía de recursos las deja desnudas, en estado de pureza, carentes de cualquier ornamentación: apenas una voz ajada, la guitarra y el piano.

Más allá de la perfección de temas como Penélope, Lucía, Pueblo blanco, Aquellas pequeñas cosas, Cantares, Esos locos bajitos y Fiesta, primó en el Gran Rex el vínculo emotivo: está claro que el romance entre Serrat y el público argentino (galvanizado para siempre con los conciertos de retorno de la democracia en los ochenta) permanece inalterable. La comunicación está hecha de sobreentendidos y códigos: todos comprendieron, por ejemplo, el subrayado interpretativo del final de Para la libertad. Serrat no necesitó aclarar que el "aún tengo la vida" de Miguel Hernández es, ahora, una referencia al cáncer que lo maltrató hace algunos años; tampoco necesitó caer en la demagogia tan habitual de este tipo de rituales. Apenas dijo, al comienzo: "Estoy muy feliz de estar en casa", y se dedicó a cantar y contar.

Cada dos o tres temas se detuvo en alguna anécdota, exhibiendo un timing de café concert. Humoradas, reflexiones y otras viñetas fueron marcando el ritmo moroso del espectáculo. Con paciencia de hechicero y el talento de su narración oral (una extensión de su poética), Serrat discurrió sobre el origen de la mayonesa, las profecías de su madre, la delgada línea que divide al personaje y a la persona y otros asuntos.

Hizo cuatro temas de su último CD, MO, en catalán, y tuvo la delicadeza de recitar las letras en castellano. Resultó bellísimo Cremant núvols (Quemando nubes); existencial Fugir de tu (Huir de ti), paisajista MO; nostálgica e irónica Si hagués nascut dona (Si hubiera nacido mujer). La pared del idioma es clave para descubrir MO: el catalán es una lengua áspera a los oídos argentinos. Así y todo, el disco merece una escucha atenta.

De todos modos, lo del disco en catalán es sólo la novedad periodística de este 100 x 100 Serrat. La solidez, el sedimento del resto de la obra, abruma. ¿Que cada show de Serrat es más de lo mismo? Digamos que es el nuevo lustre de una piedra preciosa. Digamos que así, sin ropajes sinfónicos ni nada por el estilo, esa obra a la intemperie se protege sola. Digamos que vence al tiempo y más: mejora con el tiempo. Es noble, gallarda y conserva su fuego. Una llama crepuscular que ya no quema, pero abriga."